
Temporada 5: Freud frente a la clínica de Charcot
“Que encabece los breves ensayos aquí reunidos con la despedida a J.-M. Charcot no está
destinado sólo a cumplir con un deber de gratitud, sino a destacar el punto en que mi propio
trabajo diverge del promovido por el maestro”. -Freud, 1893, Vol. III, p. 5-
¿Cuál es la actitud de Freud frente a Charcot, según su propia enunciación y no, la de sus
comentaristas? Es esta la pregunta que guiará nuestra lectura del texto de Freud de este año:
“Extractos de las notas de Freud a su traducción de Charcot, Leçons du mardi [Lecciones del
martes]” (Amorrortu, Vol. I., p. 171-177).
Son 14 notas: que corresponden a algunos de los casos de dichas lecciones y que leeremos
contrastando con la crítica correspondiente que Freud les hace; es decir, con las nuevas luces que él nos va haciendo ver y que lo llevarán al descubrimiento del inconsciente.
La obra de Charcot se publicó en 1888. Freud la tradujo por entregas. El prólogo de Freud a la
traducción es de junio de 1892 (Vol. I, p. 167). Pero Charcot muere sorpresivamente el 6 de agosto de 1893. Ese mismo mes Freud escribe una nota necrológica que leímos, pues nos daba el contexto retroactivo de lo que fue esa clínica de Charcot a los ojos de Freud. Dicha nota nos llevó a la relectura de su informe en París y Berlín, cuando de estudiante de Charcot, pasó a ser su interlocutor y su traductor.

08 de febrero del 2024
DESDE FREUD: ¿Quién fue Charcot para Freud en 1893?
La enunciación de Freud, siempre clara y franca, en el artículo que escribe por la muerte de Charcot (Amorrortu, Vol III, p. 11) nos dará el contexto humano y clínico necesario para acercarnos a la lectura de la crítica que abrió paso al psicoanálisis.

22 de febrero del 2024
DESDE FREUD: Del deseo de Charcot al deseo de Freud en la Salpêtrière.
"Por ese tiempo, toda vez que [Charcot] visitaba con su médico jefe uno de los departamentos de la Salpêtrière (instituto asistencial de mujeres) y recorría esa selva de parálisis, espasmos y convulsiones que hace cuarenta años no habían sido bautizados ni eran entendidos, solía decirse: "Será preciso que vuelva aquí y aquí me quede": y cumplió su palabra" Freud.